martes, 27 de mayo de 2014

ASÍ DE SIMPLE

Desde hace unas semanas me he dado cuenta que la gente me observaba más de lo que imaginé, no es que sea pues la estrella de Hollywood de hecho, nunca me interesó si la gente me veía bien o mal, es un síndrome genético heredado de mi padre, sin duda.

Pero no fue sino hasta hace unas semanas que la gente se me acercaba y me repetían las mismas preguntas- gente a la que ni conozco, salvo por un hola o buenas tardes. Definitivamente estas personas se aludían necesarias para mi, sino no encuentro otro motivo. El destino? La divina providencia, me estaba repitiendo algo que ya sabía, pero que no aceptaba? O solo era la gente que quería joder a otros y hacer más llevadera su indiferente día? - No lo sé.

Llego como de costumbre a la universidad, la verdad nunca me había sentido tan a gusto en un lugar, en ningún trabajo - vaya que he tenido muchos- en mi facultad siquiera, cumplía mis deberes, aprobaba mis exámenes, estuve en el quinto superior sin siquiera darme cuenta hasta noveno ciclo en el que y también sin decidirlo bajé estrepitosamente sin siquiera llegar al tercio superior, solo en un lugar me sentía libre, mi salón de entrenamientos.

Aunque siempre hice otros deportes, no llenaron el vacío que sí llenó las artes marciales, ese misticismo que siempre tratarás pero nunca comprenderás el porqué, llegarás  tal ves hasta tu máximo nivel, pero te sentirás que no tienes nada, que no has aprendido nada solo las artes marciales, te brinda el gusto de repetir en las mismas técnicas una y otra vez la felicidad de empezar es un lugar al que siempre que llegas y aunque no haya nadie, está lleno de energía positiva que te recibe, te protege, te enseña, te apacigua y eres feliz.

Pero ese no es el tema verdad; me encuentro con una trabajadora y me saluda - respondo.

Ella - Oye flaquita, tú ya tienes tiempo con Miranda verdad?
-Sí, le digo- pero tampoco es tanto.
-Y porqué no se casan, si ya se conocen - y le sobresalía los labios rojos susy, los ojos le palpitaban del desconcierto, su cuello arrugado, se movía exageradamente hacia atrás, queriendo picotearme como un gallo.
Respiré, le dije - Lo estamos pensando, no somos una pareja convencional, pero supongo que pasará en algún momento - nunca antes pensé tanto en él como en ese momento; queria que estuviera allí parado conmigo, para reírnos de las cojudeces que dice la gente, siempre mirando la paja en el ojo ajeno.
Pero ya deben casarse, que mira se va aburrir, que los hombres, que mi marido, que estuvimos diez años pero me decidí y nos casamos. - La miraba y pensaba mientras sus labios rojo susy, me repetían con lujo de detalles el matrimonio, su viaje a Punta Sal, su matrimonio civil y religioso- Y me pregunté, tendrá razón?
me despedí y salí corriendo.

Luego de unos días, fui a una federación y me atendió el mismo joven de todos los años, debe tener trabajando como cuatro años o algo más.
Hola, que tal universidad del Sinfin verdad?
Hola, que tal - le respondo.
revisa los papeles, hace efectiva la inscripción, cuando giro la cabeza- él me miraba.
Si? - le dije
No nada, te falta llenar una ficha la del profesor. - Ah, está bien. Empiezo a llenar sus datos los de siempre,no.
Y llegó la pregunta del millón - ya sabía lo que iba a decir antes de que abriera la boca. Cerré los ojos para respirar - lo siento pero yo no puedo respirar con los ojos abiertos - claro esa era para no mandarlo al vientre de su madre.
Asu, me dijo. te sabes todos los datos, lo que hace el amor.
Sí le dije, y sé lo más importante, su firma.
Ustedes ya tienen bastante tiempo verdad?
Respiré, cerré los ojos, llevé el cuello hacia atrás hice medio círculo hacia la derecha y hacia la izquierda.
Sí, tenemos un tiempo prudente. Le dije.
Y cuando se casan?Tal vez no lo hagamos nunca- le respondí.
Pude responderle como quise, pero la pregunta se quedó en mi memoria hasta unas horas - porque tengo memoria de corto plazo - algo que heredamos de mi madre, la mitad de mis hermanas.
Será demasiado tiempo?
Será que nos aburrimos de preguntar - Y cuándo?
Esa misma noche, le pregunté.
Mi vida, varias personas me han hecho la misma pregunta. De que cuando nos casamos.
Él me dice  dime quienes son para pegarles.
Ya hablamos de eso Marita, siempre lo hemos hablado, nos amamos y sabes que ese es nuestro futuro, casarnos y tener maritas y maritos. Me dormí.
Nunca pensé en casarme, en tener hijos, de hecho nunca pensé en tener a alguien que me soportara - pero lo encontré, así como yo acepto, el amor es un bien contraprestado.
No me molesta tener de cien años de soledad, me gusta la soledad, pero solo me fastidia que la gente pregunte algo, que ni siquiera quien lo pregunta, tiene la respuesta.
Cuándo te casarás, te lo has preguntado?
Porqué te casaste, te lo has preguntado?
Para quienes no lo hemos hecho aún esa es una pregunta que molesta, sí. Porque no sabemos - a mi no me interesa, pero a otras sí.
Solo quiero estar tranquila cuando llegue la noche, abrazar a alguien que no sea mi almohada - y quienes abrazan a su almohada, no se pierden de mucho- aceptar a otro ser humano es para mi muy complicado, muy tedioso.
Dormir plácidamente y que no te boten de tu cama. O trazar una línea de Greenwich, en todo caso.
Solo quiero amar y que me amen, sin preguntar el porqué lo hace.
Sueño con un matrimonio bello, inolvidable, fastuoso y taparle la boca a Marisol y a Rosario, porque les dije que quería algo sencillo. En fin.

Más que una boda bella, miento. Deseo una vida tranquila, un matrimonio feliz, aceptar todos los días a la persona que quiero  se quede a mi lado - y no arrepentirme en el trayecto, alguien a quien ame amar todos los días y no solo unas semanas si y otras no, repetir lo que oí en una película, No soy feliz todo el día, pero hay momentos del día en los que soy feliz. Escucharte cuando dices Idem Marita y escribirte estas líneas para que te apures, no olvidar que nuestro amor es sin condición pero con convicción, como el primer día.

Y seguir escribiendo.